Todos hemos oído alguna vez la típica frase ¡déjale que sólo es un niño! Sí, sólo es un niño y, precisamente por ello, hay que cuidarle, mimarle y protegerle de un modo diferente al de los adultos, sea del país que sea, tenga la raza que tenga o profese la religión que profese. Los niños son seres inocentes que no tiene la suficiente madurez como para conocer cuáles son sus derechos jurídicos y, mucho menos, recurrir a ellos en determinados momentos. Cuentalé que tiene y enséñale a que también él tiene que respetar los derechos de sus amigos, primos, hermanos o compañeros de clase.
Desde muy pequeñitos, a los niños es necesario explicarles que todos los niños y niñas como ellos tiene derecho a tener un Nombre y una nacionalidad, a tener una familia que les cuide, les mime y les proporcione todo el cariño que necesitan, a Comer, a poder ir al pediatra cuando estén malitos o ir al colegio y recibir una Educación y conocer una Cultura. Es muy importante que los niños que nos rodean conozcan esos derechos pero también que conozcan la realidad a la que no podemos dar la espalda.
Desde muy pequeñitos, a los niños es necesario explicarles que todos los niños y niñas como ellos tiene derecho a tener un Nombre y una nacionalidad, a tener una familia que les cuide, les mime y les proporcione todo el cariño que necesitan, a Comer, a poder ir al pediatra cuando estén malitos o ir al colegio y recibir una Educación y conocer una Cultura. Es muy importante que los niños que nos rodean conozcan esos derechos pero también que conozcan la realidad a la que no podemos dar la espalda.
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