Autor Vito Cano
Lo que determina decisivamente la calidad no es la cantidad de ordenadores por aula y el softwara utilizado; los metros cuadrados por alumno; la complejidad del laboratorio; las instalaciones deportivas o la climatología. Lo que realmente marca la diferencia son elemento que proceden de un ambito profundo del educador y que tienen que ver con su vocación y la pasión por enseñar.
Se trata de aspectos como la solicitud, el sacrificio, la generosidad, la cercanía, el tacto, la autoridad, la confianza y la fe en el educando, etc., qu difícilmente se adaptan a medidas cuantitativas.
Cfr. WINWBERG, T. W.,Professinal care and vocation. Cultivating ethical sensibilities in teaching, Sense Publishers, Rotterdam, 2008.
Una frase que una persona muy especial me dijo cuando me explicó por primera vez cómo se debía coger el volante,fue mi primera clase de conducir. Me gustó tanto aquella explicación mezcla de emoción y conocimiento que la hice mía y la utilicé durante muchos años En reconocimiento a todos esos maestros emocionalmente inteligentes. Gracias Cándido hoy tu frase hace su estreno en las nuevas tecnologías.
sábado, 20 de octubre de 2012
martes, 16 de octubre de 2012
Código Deontológico. Vulnerabilidad
Aunque en todas las profesiones de ayuda se da una cierta asímetría entre el profesional y aquellos a quienes éste presta un servicio, en el caso de la relación educativa existe un mayor grado de vulnerabilidad en el educando, porque se pide al profesional que intervenga, que "interfiera positivamente" en el desarrollo integral de quienes le son confiados. En definitiva, se le pide que actúe para que esas personas "cambien" (lógicamente a mejor) ; pero el profesional puede fallar en el ejercicio de su tarea, y puede también defraudar la confianza depositada en él por mala voluntad o involuntariamente, por ignorancia, incapacidad, o por otras que se escapan a su control.
La asimetría y vulnerabilidad propias de la relación educativa muestran la conveniencia de que- al igual que en otra profesiones- se estipulen unas pautas de conducta orientadas a regular las relaciones entre las dos partes, reduciendo asi el riesgo de que el más fuerte se aproveche del débil. Esta es, entre otras, una de las funciones que tienen los Códigos Deontológicos profesionales; y aunque estos códigos no pueden prevenir todos los casos de abuso de poder, sirven de recordatorio a los profesionales en relación con lo que se espera de ellos en el ejercicio de su trabajo.
Mª García Amilburu y Juan García Gutierrez.
La asimetría y vulnerabilidad propias de la relación educativa muestran la conveniencia de que- al igual que en otra profesiones- se estipulen unas pautas de conducta orientadas a regular las relaciones entre las dos partes, reduciendo asi el riesgo de que el más fuerte se aproveche del débil. Esta es, entre otras, una de las funciones que tienen los Códigos Deontológicos profesionales; y aunque estos códigos no pueden prevenir todos los casos de abuso de poder, sirven de recordatorio a los profesionales en relación con lo que se espera de ellos en el ejercicio de su trabajo.
Mª García Amilburu y Juan García Gutierrez.
lunes, 15 de octubre de 2012
Sobre la deontología profesional
En consecuencia, cuando alguien actúa libremente es dueño de sus actos, porque el origen y la causa de su conducta están en la decisión de su voluntad.
Por lo tanto, es responsable de sus obras, es decir, ha de responder de ellas ante la legítima autoridad que asi lo requiera. Y, sobre todo, de manera ineludible y mucho más apremiante desde el punto de vista subjetivo, tiene que ser capaz de justificar lo uqe hace ante su propia conciencia.
Por lo tanto, es responsable de sus obras, es decir, ha de responder de ellas ante la legítima autoridad que asi lo requiera. Y, sobre todo, de manera ineludible y mucho más apremiante desde el punto de vista subjetivo, tiene que ser capaz de justificar lo uqe hace ante su propia conciencia.
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